“El Señor de la Guerra”, las Armas y Viktor Anatoliyevich Bout

“¿Sabes quién heredará la Tierra? Los traficantes de armas. Porque los demás estarán demasiado ocupados matándose los unos a los otros. El secreto de la supervivencia es evitar las guerras, sobre todo con uno mismo.” -Yuri Orlov-

Durante la llamada «guerra mundial africana» (los conflictos de la áfrica central en los que cada país intervino a placer en el estado vecino), la fama de Víctor Bout empezó a sonar insistentemente entre mercenarios, terroristas, fuerzas de pacificación, combatientes irregulares, periodistas y para el escritor y director de cine en Hollywood Andrew Niccol, que  empezaron a preguntarse: “¿Quién es ese misterioso hombre que vuela por las alturas en sus ‘ilyushin’ del que todo el mundo habla?

"Solo soy un empresario y comerciante"

«Solo soy un empresario y comerciante»

No, no es Superman. Pero la historia de este sujeto es excitante: Es un Súper-traficante de armas de carne y hueso llevado a la categoría de leyenda del crimen organizado gracias a la película “Lord of War” (2005) que mas bien, es casi un monologo.

El personaje de Yuri Orlov, un americano de origen ucraniano, esta todo el rato en pantalla. Salvo alguna escena, seguimos siempre la historia desde su punto de vista, y cuando no esta en pantalla, sus comentarios nos guían. Comentarios que ocupan casi toda la película y que le dan un aire de documental, sobre todo por la forma en que expresa lo sacado de las noticias y los libros que han estudiado el trafico de armas y negocios derivados en estos últimos veinte o veinticinco años.

Como en la vida real; hay drogas, hay sexo, hay ambición, hay políticos y militares corruptos, tanto en Ucrania como en los Estados Unidos y en el resto del mundo. Aquí nadie se salva ya que la película ataca en varias ocasiones tanto al propio gobierno americano como al resto de las grandes potencias, a las que culpa del tráfico de armas. En todo momento, se carga lo políticamente correcto, y nos muestra el lado más desagradable, pero desde una visión media simpática para no afectar las relaciones diplomáticas. Es una película como para sacar a distraer a ese intelectualillo aburrido que traemos dentro y dejar de ver el mundo en blanco y negro porque es gris; el color preferido del galán de este celuloide.

El personaje de Yuri Orlov está basado en Viktor Bout emulado  por uno de mis actores predilectos de la pantalla grande Nicholas Cage a quien debo agradecerle que, de no haber sido por él, quizá ni me hubiera enterado del hombre que lo inspiro para actuar en el rodaje. Aunque el propio Bout dijera que el sobrino de Francis Ford Coppola no se lució lo suficiente en su representación. Para mi, solo le falto el mostachón y quizá algunos kilitos mas.

Quien haya visto la película, y sobre todo analizado el final de la misma, se habrá dado cuenta que Mr. Bout tuvo un pequeño porcentaje de culpa en esto de las ventas y trafico de armas. Eso si, una gran curiosidad y demasiadas dudas e interrogativas me dejó después de ver esta película; ¿Quién es realmente este gran cabrón? ¿De donde salió el dinero para esto? ¿De donde provenían los cómplices que lo ayudaron? ¿Quiénes estaban detrás también con ojos de caja registradora? No lo sé pero al buen entendedor, con pocas palabras y hechos bastan. Es probable que usted también sienta la misma inquietud por saber quien es este señor. Si es que aun no lo sabe.

El famoso, único y real Viktor Anatoliyevich Bout empezó a tejer su telaraña prácticamente cuando la URSS se disolvió en 1991. Su primera venta fue en 1992, cuando contaba con 24 años de edad el muñeco. Desde entonces es toda una fichita leyenda viviente masticando casquillos como si fueran cacahuates. Su negocio comenzó con la Guerra Fría y, con la caída del bloque soviético, a la URSS le urgía dar pase de salida a su potencial armamentístico y Bout, como buen samaritano, se prestó de voluntario.

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Ahora bien, el problema fue por donde empezar a buscar información ‘fidedigna’ que me ayudase a escribir una crónica entrelazada sin que le confundiera a usted y sin que se sintiera él por chismes y pendejadas dejarlo pasar desapercibido ya que en estos tiempos doña credibilidad, la señora veracidad y la maldita desconfianza juegan a aventarse las peinetas. En resumidas cuentas, tuve que beber de todo un poco para alimentar el seso y aquí se lo comparto en una sola cucharada.

De entrada, encontré que la acusación internacional que, en el 2003, hizo famoso a Bout le describía así:

«Hombre de negocios, comerciante y transportista de armas y piedras preciosas. Traficante de armas en contravención de la resolución 1343 de las naciones unidas. Apoyó al régimen del expresidente Charles Taylor en su esfuerzo por desestabilizar sierra leona y obtener acceso ilícito a -minas de- diamantes»

Además de Taylor, quien enfrentó un juicio internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad, fue amigo personal de otras fichitas como el afgano Massoud, del angoleño Savimbi y Mullah Omar, y del expresidente zaireño Mobutu a quien le tenia un especial cariño y ayudó a escapar del país tras el triunfo de Laurent Kabila. Y, por si fuera poco, también pesa la acusación de que Bout tenía negocios con el difunto terrorista Osama Bin Laden, quien era considerado miembro distinguido en su cartera de clientes porque pagaba de ‘cash’ los pedidos para Al- Qaeda.

Viktor, en el emirato de Sharjah, descubrió que desde allí podía volar a sitios como la república centroafricana o Liberia sin que nadie le hiciese preguntas con solo mostrar su blanca sonrisa y el billete verde y decidió llevar a áfrica lo que áfrica pedía a gritos y sombrerazos en ese momento: Armas. «Mejor que imprimir dinero» como dijo su achichincle personal, el sirio-americano Richard Chichakli. Fue ahí que entró en contacto con otros de sus colegas -traficantes de armas- Alexander Islamov y Leonid Minid, y les ofreció sus aviones para llevar su producto a donde lo necesitaran. A fin de cuentas; «no es asunto mío ver qué hay en la carga», decía en aquella época. Y tiene razón. A veces es preferible “fingir que la virgen habla” sin que se lo tomara muy en serio ya que no tardó mucho en descubrir que el verdadero negocio lo hacían los que sí sabían qué había en los ‘containers’ y decidió hacerles competencia realizando sus propios envíos y controlando todas las fases del proceso.

En 1995, un año antes de que los Talibanes tomasen Kabul, un avión Talibán interceptó a uno de Bout cargado de munición para el gobierno. El avión y armamento fueron incautados en Kandahar. Este incidente le vino de perlas, aunque parezca lo contrario ya que lo aprovechó para entablar negociaciones con el grupo radical talibán a los que también les suministraba armas matando dos pájaros de un solo tiro. Y sí que aprendió rápido el muy ladino. Quizá ese fue su pecado; navegar con doble bandera.

530806_474800442556405_1395252350_nEn 1998 gracias sus innumerables tapaderas, los tentáculos de Viktor Bout empezaron a extenderse por todo el mundo sin discriminar a sus clientes por ideología política, raza, religión, gobiernos o lo que fuera. Aquí no se desairaba a nadie y su lema parecía ser: “Lo imposible lo hacemos de inmediato…Los milagros nos leva un poco mas de tiempo”. Sus aviones igual transportaron camotes de Allende, armas de contrabando, jarritos de Tonalá, matrioshkas embarazadas o cascos azules a Somalia y Timor oriental, y hasta paracaidistas franceses durante el genocidio de Ruanda, porque sus tarifas eran muy competitivas, sobre todo para los gobiernos europeos que estaban ahí nomas tras lomita.

Esta frase: «Un día me desperté y era el segundo hombre más peligroso después de Osama» que dijo después del 9/11 y, al parecer, fue la que alboroto la gallera. Así como en la película, en la vida real también tenía su némesis: el investigador belga Johan Peleman, fue quien proveyó a las naciones unidas de la mayor parte de la información disponible sobre el Rey del Contrabando. En medio de la fuerte presión de la ONU, el error de Bout pudo ser el haber vendido armas a Al-Qaeda junto a un exceso de confianza tras años de impunidad.

Y ándele, lo que faltaba…

“La ONU lo denunció como el centro de una telaraña de traficantes de armas, corredores de diamantes y otras actividades que financian guerras”

Pero no se adelante. Aquí lo curioso del caso es que varias empresas aéreas de Bout transportaron equipo militar, soldados y “contratistas” de empresas de seguridad privadas en Afganistán e Irak, donde prestó servicios a las tropas de ocupación estadounidenses y británicas. Tan es así que, entre 2003 y 2006, sus aviones realizaron más de mil vuelos a Bagdad y Kabul por cuenta nada mas y nada menos que del Departamento de Defensa norteamericano, KBR y de la empresa petrolera Halliburton, entre otras. ¿Cómo estaría de bueno el ‘business” que, por cada misión se pagó a la empresa del antiguo agente espía de la KGB hasta 60 mil dólares? Sin duda, con dinerito de los contribuyentes estadounidenses bien gastado.

viktor_bout_2Otro que, no se transa solo nomas porque no se alcanza es George Bush que, a pesar de la prohibición que el mismo aprobó en junio de 2004 de realizar cualquier clase de transa comercial con Víktor Bout, y del embargo de sus cuentas y bienes en mayo de 2005, la flota de aviones de Bout – Cargo Airlifts, Airline Transport, Air West, Aerocom and TransAvia Export y demás colados– siguió siendo empleada en Irak por los United Estates of America hasta principios de 2006. Todo esto sin contar la orden internacional de captura.  [“Blackwater Is Just the Tip of the Iceberg”]

Y ya que estamos repartiendo, otro atarantado que no canta mal las rancheras fue el consejero de Seguridad Nacional del presidente Clinton Lee Scott Wolosky, que aseguró (con la mano en la cintura) que el mercader llego a tener más de 200 aviones. A lo que Bout respondió  (con el dedo medio en alto)  miente con toda su rebolluda lengua  en una entrevista de Daniel Estulin,: “¡Ojalá!. Llegamos a tener 28, con nuestros tres helicópteros Mi-8 incluidos. El resto eran Antonov-8, Antonov-12, Antonov-24, Antonov-32, Antonov-72, Ilushin-76.” Honestamente, no se cual se quedó mas corto o largo pero ambos, ahora si que ‘se la bañaron’,  ¿que no?

La relación de Bout con el Pentágono era tan fluida,  provechosa y cariñosa como la de un vil padrote y su mariposa que cuando en marzo de 2004 el Consejo de Seguridad de la ONU decidió congelar los bienes de quienes habían apoyado al ex dictador de Liberia, Charles Taylor, Estados Unidos logró que no se incluyera al traficante. Ese mismo año Londres también lo excluyó de su “lista negra” a pedido de Washington. Usted sabe; ‘siempre agarraditos de las manos para hacer mas bola’.

Bout afirmó en una ocasión;

“Las armas cuando se tienen de forma responsable, no matan. Si dejas un revolver en la mesa, quieto y descargado, comprobaras que no ocurre absolutamente nada. Quienes matan son las personas que las usan como herramientas para ello, al igual que un cuchillo puedes usarlo para cortar zanahorias o para rajar cuellos, no es el objeto en si, sino quien lo empuña.”

Ese es justamente el problema mí estimado Bout!… El mundo se vuelve loco y no avisa.

Conocido como “El Bill Gates del tráfico de armas” y “El Pionero de la globalización mafiosa”, Bout era dueño de la mayor flota del mundo de viejos y pesados aviones de carga Antonov e Ilyushin (aviones capaces de aterrizar en –casi- cualquier parte), y en sus empresas trabajaban alrededor de 300 empleados. Bout pagaba la generosa suma de 10.000 dólares por viaje a sus pilotos, quienes a menudo tenían que aterrizar en pistas de tierra improvisadas y/o bajo fuego intenso que, para el año 2000, era imposible ignorar la importancia de quien se había convertido en “El McDonald’s del tráfico de armas», según Amnistía Internacional.

Pero a pesar de pender sobre él una orden de busca y captura internacional de la ONU, habiendo sido perseguido y correteado hasta el catre por la administración Clinton, y las autoridades belgas, y calificado públicamente de «mercader de la muerte» por el primer ministro británico Peter Hain, Bout vivía tranquilamente retorciéndose los bigotes y repitiendo; “!Me la pelan!”. Aunque secretamente en Moscú, presuntamente acurrucado y amamantado por un gobierno Putin a quien le era más útil un mercader suelto y mangoneando fuera del país que uno con las manitas atadas en Rusia y reclamado internacionalmente.

En una columna del NYT, titulada: Arms and the Man su autor -Peter Landesman- dice: “La verdad es mucho más grande que su historia personal”. Y sí. No hace falta consultar una bola de cristal. El propio Viktor Bout declaro textualmente lo siguiente: »Mis clientes, los gobiernos… comenzó diciendo… luego… Puedo mantener mi boca cerrada. Si te dijera todo, lo único que conseguiría es un agujero rojo aquí señalando con el dedo índice hacia el centro de su frente” –Se la paso al costo, esta entrevista fue en Agosto del 2003.

Pero este pionero de la «globalización mafiosa», tiene su corazoncito. Aprovechando el surimi (perdón me resbale) el tsunami que en diciembre de 2004 arrasó hasta con los turistas desprevenidos las costas de Indonesia, Sri Lanka, India, Islas Maldivas y Tailandia en tan solo 3 minutos y 20 segundos de duración en la zona del epicentro, tiempo que a los aviones de Bout les tomó, mas o menos lo mismo, llegar con ayuda humanitaria en Sri Lanka. Supongo que de a gratis.

Viktor_Bout

A pesar de su juventud, ya ingresó a un territorio de leyenda que inspiró dos documentales, una película de aventuras, un best seller y, al rato, no dude que hasta uno de esos ‘narco-corridos’ combinados con acordeón y balalaika  -a de sonar bien la combinación-. (Si ya lo hicieron, avíseme por favor para incluirlo en la lista).

  • En mayo de 2002, la cadena de televisión pública estadounidense PBS produjo el documental “Traficantes de armas” para su programa Frontline, en el cual aparece Bout entre otros vendedores.
  • Otro documental, “La Pesadilla de Darwin”, que describe los negocios del traficante en África, fue nominada en 2004 al Oscar como la mejor película de no ficción.
  • Al año siguiente, “Lord of War” (El señor de la guerra) con Nicholas Cage quien representa a un elegante Bout, de lente oscuro, más delgado y sin bigotes.
  • Y en 2007 se publicó la biografía “El mercader de la muerte”, escrita por los reporteros Stephen Braun, de Los Angeles Times, y Douglas Farah, de The Washington Post.
  • Y muy pronto Televisa estrenara su nueva telenovela titulada; “Honrarás a los tuyos” para no quedarse atrás.

Una de las paradojas de Víktor Bout, y que habla a las claras de los peligros que conllevan los opacos negocios de la seguridad, es que recibió millones de dólares de los EEUU por sus servicios en Irak. Lo denuncia los corresponsales del Washington Post y de Los Angeles Times’, respectivamente -Douglas Farah y Stephen Braun-, en el libro que dedicaron a la vida de Víctor Bout: Merchant of Death.

Sin embargo,  me pregunto ( ¿apenas?) ¿que hay de la compañía Blackwater que fundo Erick Prince en 1997? Casi desde el momento mismo de su creación, el crecimiento de la firma de seguridad fue vertiginoso. A partir del 2001, Blackwater recibió más de mil millones de dólares por sus servicios en Irak. Es cierto, esta gente no trafica con armas (creo). Peor que eso; “Tu mata todo lo que se mueva, luego averiguas”.

Aquella idea tan sana y estimulante que intentaban vender – que luchar contra los terroristas desde la iniciativa privada, además de un deber patriótico, podía ser ‘cool’ y apasionante, con música de fondo de Ted Nugent (pésimo rockero, pero amante de las armas, eso sí) -, parece estar ya fuera de moda. A partir del 2009, la compañía de Prince dejó de funcionar bajo su nombre original. Y ha optado, deliberadamente, por una denominación poco pronunciable (mas bien innombrable) que, al igual que sucediera con la primera  no tendremos más opción que referirnos a ella como “la empresa anteriormente conocida como Blackwater (Por lo menos no tan difícil como DynCorp, Aegis, Triple Canoply, ArmorGroup, Erinys) si lo importante en el negocio de los mercenarios es justamente la discreción. Perdón, dije mercenarios? No, son «defensores de la patria» con goce de sueldo. Pos esta!

Me gustaría oírle explicar por qué dotó a los cárteles mexicanos de la droga con armas automáticas.

Me gustaría oírle explicar por qué dotó a los cárteles mexicanos de la droga con armas automáticas.

Si decidí exponerlo es por la compleja trama de intereses en los que se basan estas estructuras que van desde las altas esferas de Washington  hasta Bagdad –en el caso de Erinys-, que descubre en cierta forma los hilos del tráfico de influencia, de la corrupción y los escándalos que se esconden tras el negocio de algunas de estas empresas. Solo husmee tantito por la red. Pero bueno, esos son otros hilos de la inmensa telaraña.

Volviendo a Bout…

Según este antiguo espía soviético, acusado de suministrar armamento en los conflictos más sangrientos, nació en Asjabad (Turkmenistán) pero la inteligencia sudafricana realizó un informe hace algunos años en el que aseguraba que es ucraniano. Creo que será difícil saber cuál es la verdad, ya que tenía decenas de pasaportes y seudónimos. Mi afán de salir de dudas, me sedujo al sitio de Victor Bout para leer su -narcisista- auto-biografía donde no encontré el dato pero si el auto de formal prisión.

Después de deambular un poquito por el sitio, finalmente llegué a la conclusión que, su fecha de nacimiento, es lo de menos ya que su biografía se puede leer en todas partes. Existe!.. es lo importante. Y todo lo que encontré escrito son básicamente las mismas ‘claves del éxito’ que lo llevó a convertirse en el famoso ‘mercader de la guerra‘. Ademas, un ávido lector de los clásicos rusos como si no fuese la suya una tragedia ‘Dostoievskiana’ plagada de nubarrones grises y tempestades negras. Yo diría que muy negras en la teta de la globalización.

Fascinado por su propia leyenda, a veces –pocas- concedía alguna entrevista para puntualizar algún dato, como su supuesta pertenencia al “KGB”, cosa que desmintió categóricamente; “No jodan”. Realmente lo que Bout evitaba comentar -o por lo menos se hacia de la vista gorda- era que muchos de esos países con los que negociaba estaban bajo la lupa y un embargo de naciones unidas, lo que convertía su negocio en extremadamente rentable algo ilegal. Sin embargo, hay que reconocer que lo que hacía este hombre no se diferencia mucho de lo que hacen algunos otros ‘Estados’ sin que afronten una persecución internacional. Y no es pedrada para los Estados Unidos, Israel, China, Rusia (o los que brillen por su ausencia) que bien que le sacaron la vuelta. Sin ir muy lejos pongo a México de ejemplo con su famosa “Guerra contra el Narco”. Por cierto, donde andará Jelipe?

Y así año tras año y una tras otra. Después de suministrar armas en casi todas las guerras de la edad moderna, Viktor Bout, a los 40 y pico de años, finalmente fue capturado a petición de EEUU en Marzo del 2008 en un hotel de Bangkok. Agentes estadounidenses que se hicieron pasar (no han de haber batallado mucho) por compradores de armas para la guerrilla colombiana de las FARC le tendieron una trampa apoyados por su socio, Andrew Smulian, y lo detuvieron en Tailandia qué si no… hubiera pelado gallo!.

Bout, una vez hospedado en el hotel ‘Holyshit’ con categoría media estrella, intentó burlar a la justicia, evitando la extradición por la presión de Rusia ante el gobierno tailandés -ese interés me induce al ‘sospechosísmo’ de que Bout es un hombre del espionaje ruso- y el Lord de la guerra permaneció en calidad de turista distinguido nomas porque todos querían tomarse una foto con él. Si pos si, para eso me gustaban…

"Yo soy como un ciervo perseguido al que mataron y… ahora quieren una foto como si yo fuera un animal salvaje y… ahora me apresaron y me van a poner en su casa y a mostrar a sus hijos y sus nietos y dirán; 'Oh, mira ese animal que he cazado" - declaró Bout poco antes de ser extraditado a Washington.

«Yo soy como un ciervo perseguido al que mataron y… ahora quieren una foto como si yo fuera un animal salvaje y… ahora me apresaron y me van a poner en su casa y a mostrar a sus hijos y sus nietos y dirán; ‘Oh, mira ese animal que he cazado» – declaró Bout poco antes de ser extraditado a Washington.

Finalmente, después de tanto estira y afloja, el contrapeso estadounidense jaló la cuerda con más enjundia logrando la extradición de Bout a Estados Unidos en noviembre de 2011 en un vuelo chárter con destino a Washington para enfrentar un juicio donde se le imputan cuatro cargos:

  • Confabulación para dar muerte a ciudadanos de Estados Unidos.
  • Confabulación con el fin de asesinar a funcionarios públicos.
  • Confabulación con el fin de adquisición y venta de misiles antiaéreos.
  • Confabulación para suministrar armas a Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
  • El quinto lo dejo a su consideración por si usted es de los -o las- individuos que piensan que le sentaría mejor una bala entre ceja y ceja (luego no se queje de la violencia).

Una vez en Washington, un jurado popular lo encontró culpable de conspirar para matar a ciudadanos estadounidenses y vender armas a las FARC colombianas. Recientemente, una juez federal neoyorquina lo ha condenado a 25 años en prisión.

Cambiando bruscamente; No se usted pero yo ni siquiera tengo la certeza de que todo lo que se le atribuye sea cierto. Tampoco la acusación que ahora surge en contra de su ex socio, Richard Chichakli como otro de los más buscados encontrados. Las autoridades estadounidenses lo acusaron de lavado de dinero, fraude, abuso y violaciones al decreto presidencial y no se cuantos milagritos mas desde el 2005. Pero no se preocupe, ya esta en buenas manos… ¿Y el Chapo apá?… cállese esquincle mugroso!!!.

Pero bueno, entonces en que quedamos?… ¿Hay o no hay cariño entre las FARC y Bout?

 “Ninguna. Yo soy un hombre de negocios. No tengo ni he tenido nunca relación con ningún grupo terrorista ni tampoco hice negocios nunca con el gobierno americano puesto que los considero los exportadores más grandes del mundo del terrorismo internacional. Tengo principios”. 

¿Principios? No se pero puede que si tenga razón ya que su sistema de mercadotecnia  ha ido encumbrado directamente donde hay centavos con los líderes, dictadores, golpistas, presidentes, etcétera. Exacto!… “para que treparse por las ramas como chango si se puede llegar a la copa del árbol por el tronco” (el mismo chango). Me late que muchas de las presuntas pruebas aportadas pueden ser rematadamente falsas o compradas conociendo la esfera de corruptibilidad de los involucrados por encima y debajo de la mesa. La verdad, no me extrañaría que se socorrieran de la máxima expresión cotidiana; “¿De a cómo nos arreglamos caballeros?”… ¿será por eso que Sergei Lavrov ha dicho que no descansara hasta sacarlo de Estados Unidos y llevarlo a casa? Bueno, ya veremos si les llega al precio.

Por lo pronto (a esta si le llegaron al precio) ya se prepara un thriller de acción que estará basado en la vida de Kathi Lynn Austin, una espía que ha participado en operaciones relacionadas con el tráfico de armas y el terrorismo. Estos gringos no la brincan sin huarache y la Paramount Pictures es el estudio que está detrás de este proyecto, con la intención de que se convierta en una franquicia parecida a “The Bourne Identity” (El caso Bourne), solo que en versión femenina, protagonizada  nada más y nada menos que por Angelina Jolie. Desde ya, de por hecho un alto contenido de proezas heroicas con un final feliz muy al estilo gringo. Supongo que será pronto.

Mire usted, no defiendo a este señor porque ni siquiera me consta que es un caballero (lo demás tampoco) pero me queda claro que; «The Truth is out there» y que de no haber sido él  habría sido ‘Juan Pistolas o Perico Los Palotes’ quien hubiese puesto un arma o un arsenal en manos de una sociedad que se involucra con la violencia fácilmente y sin tener un arma. Solo que en este caso, fue Bout el actor principal y por ello sigue –y seguirá-  siendo un instrumento para expiar el otro porcentaje de culpa que le toca a los gobiernos y a nosotros -usted y yo- como parte de la sociedad. Se lo dejo de tarea junto con el dialogo final de la película.

 

(Yuri Orlov): – «Me caes bien, Jack. Déjame contarte lo que va a pasar, así podrás irte preparando. Pronto llamarán a esa puerta y te dirán que salgas. Habrá un hombre que te superará jerárquicamente. Primero te felicitará por lo bien que lo has hecho. Te dirá que estás haciendo del mundo un sitio más seguro. Que van a concederte una distinción, y a ascenderte. Y después te dirá que tienes que soltarme. Tu montarás en cólera, seguramente le amenazarás con dimitir. Pero al final, me soltarán. La razón por la que me soltarán es la misma por la que tú crees que me van a condenar, yo me codeo con algunos de los hombres más viles y sádicos que se hacen llamar líderes en la actualidad. Pero algunos de esos hombres, son los enemigos de tus enemigos. Y como el mayor traficante de armas del mundo es tu jefe, el presidente de los Estados Unidos, que envía más mercancía en un día que yo en un año, a veces es un poco violento que estén sus huellas en las armas. A veces necesita a un freelance como yo para abastecer a fuerzas a las que a él no le pueden ver abasteciendo. Así que, ya puedes decirme que soy un mal, pero por desgracia para ti, soy un mal necesario.
(Jack): – Te diría que fueras al infierno, pero creo que ya estás en él.

¿Sabes quién heredará la Tierra? Los traficantes de armas. Porque los demás estarán demasiado ocupados matándose los unos a los otros. El secreto de la supervivencia es evitar las guerras, sobre todo con uno mismo».

Después de todo, no es de extrañar que sea tan difícil terminar con la violencia armada cuando Washington no puede ni siquiera terminar con su lenguaje bélico. “Welcome, Mr. President.”

 Después de todo, no es de extrañar que sea tan difícil terminar con la violencia armada cuando Washington no puede ni siquiera terminar con su lenguaje bélico.

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