«Cinco Cámaras Rotas»: conmovedor relato y documental sobre la resistencia palestina al muro israelí

Los soldados llegan en la madrugada. Patean, rompen, destruyen. Fuerzan la entrada, despertando bruscamente a toda una casa y a sus habitantes, incluyendo a niños y bebés. Un oficial saca un detallado documento y declara: “esta casa es declarada una ‘zona militarmente cerrada”. Lee la orden – en hebreo y con voz alta – a la familia aún aturdida por el sueño y en piyamas. Seguramente, ese joven, completó exitosamente su curso de entrenamiento de oficiales. Tal vez cree, muy en el fondo, que alguien tiene que hacer este trabajo sucio. Y lee la orden únicamente para justificar porqué el padre de esta casa, Emad Burnat, tiene prohibido filmar el evento con su propia cámara de video.

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Indiscutiblemente los premios Oscar de 2013 marcaron un cambio histórico en el diálogo público acerca del conflicto entre Israel y Palestina, un cambio postergado durante mucho tiempo del que, muy seguramente, fuimos testigos 40 millones de televidentes el pasado 24 de Febrero.

El título lo recibe porque a lo largo de los años fueron cinco cámaras las que sucumbieron a los embates de las autoridades israelíes en diferentes escaramuzas, dos de ellas salvándole la vida al amortiguar disparos dirigidos expresamente contra el protagonista principal de esta narrativa.

Emad_Burnat“Así es como el conflicto se ve desde el otro lado de la barrera”.-Joe Morgenstern- Wall Street Journal.

Emad Burnat vive en la localidad de Bil’in en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania. Un aldeano dedicado a cosechar olivos, esposo y padre de cuatro hijos, convertido en  un camarógrafo amateur y fotógrafo “freelance”. Burnat ha trabajado para varios canales de televisión como Al Jazeera, los Canales 1, 2 y 10 israelíes, la Televisión Palestina y, en múltiples ocasiones, también para la agencia Reuters. El nacimiento de su hijo Gibreel en el 2005 fue la fuente de su inspiración, misma que nos convierte en testigos del crecimiento de su hijo, y la pérdida de su inocencia al quedar atrapado en escenarios de violencia que ningún padre y madre desearía para sus hijos.

Broken_Article2En aquel entonces, el gobierno de Israel había comenzado a construir el muro de separación a lo largo de Bil’in, lo que dio lugar a una campaña de resistencia ‘no violenta’ por parte de los residentes palestinos y quienes los apoyaban.  Sus imágenes han sido utilizadas para varios documentales sobre el conflicto israelí-palestino, pero “5 cámaras rotas” es su primer documental como director junto con su colega israelí Guy Davidi.

guy-davidiDavidi, un joven activista nacido en Jaffa (Israel) en una familia judía. Creció en Holon al sur de Tel Aviv. En sus años de secundaria, estudió un curso de cine y comenzó a hacer cortometrajes. Ha dirigido, montado y grabado películas desde los 16 años. Incursiono en el mundo del largometraje con “Interrupted Streams”, estrenada en el Festival Internacional de Cine de Jerusalén.  A la edad de 19 años deserto del servicio militar obligatorio en el Ejército israelí después de haber sido inscrito por 3 meses. Desde el año 2003 ha filmado muchos informes de vídeo y documentales cortos sobre temas sociales y políticos de Israel, muchos de los documentales se filmaron frente a la ocupación israelí. Desde 2005 ha sido profesor de cine y video y ha dirigido a artistas y activistas israelíes en talleres privados.

«La cámara juega un papel importante. Es algo que protege y también es algo que da testimonio y es importante porque se puede usar en un proceso jurídico. Así, después de filmar durante años en este pueblo, me llamó un día y me dijo: «vamos a hacer una película juntos”.-Guy Davidi

Emad Burnat no es un héroe, o mas bien, quizá no lo sea para los fanáticos ni los políticos. ¿Acaso cabría recordar el relato bíblico de David y Goliat? No, parece demasiado tarde para realizar analogías históricas o buscar moralejas. Tan sólo supo que detrás de la cámara estaba protegido y de alguna manera creía proteger a los suyos. Y durante más de cuatro años lo hace sin otro motivo. Pero en realidad estaba actuando contra la violencia. Luego surge la necesidad de testimoniar. Sin retórica ni militantismo. Habla entonces de su proyecto con el director y activista israelí Guy Davidi. Al principio éste se muestra escéptico, puesto que lo mediático y político le ha quitado relevancia al aspecto social del conflicto, pero reconsidera su posición al visionar las primeras imágenes.

En el 2009 fue que inicio todo este «rollo» cuando Burnat luego de conocer a Davidi comienzan con la selección del material y preparación de los guiones para el documental, contando en su recta final con la colaboración de la francesa Veronique La Goard-Segot para la edición y con fondos económicos de los gobiernos de Israel y Francia. Suena algo extraño para un documental que narra la historia de los enfrentamientos de un pueblo palestino, victima de un ejército israelí.

Davidi pasó año y medio elaborando la película a partir de las 900 horas de material grabado por Burnat y otras cámaras comprometidas con el documental. Aquí la entrevista (en ingles) sobre la película contada por los propios co- directores.

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La película de Emad Burnat y Guy Davidi convierte al espectador en testigo excepcional del conflicto entre Israel y Palestina y nos muestra la realidad del día a día inmersos en un relato cautivador, muy personal y subjetivo de la situación, y aún así nos da una idea clara de lo complicada que es la vida cuando se mezclan la fragilidad y los fracasos de la humanidad.

“Tan crudo como el material de «5 cámaras rotas» puede ser, también, lírica y elegíaca”. Sheri Linden-Los Angeles Times

Burnat se dedico a filmar las protestas y, una a una, sus cámaras fueron destruidas o dañadas por la violenta respuesta del ejército israelí y de los colonos israelíes armados. Así como fueron “5 cámaras rotas”, de igual forma, cinco videocámaras fueron necesarias para reunir los pedazos de la realidad de la invasión violenta en sus tierras. Cada cámara es un periodo y con ellas, el co-director va dejando testimonio de los esfuerzos de los palestinos para evitar el asentamiento, pero también deja constancia de la tenacidad de un colectivo constantemente agredido, pero siempre alerta y dispuesto a la resistencia. En fin, es un recordatorio fascinante de cómo una sencilla cámara de vídeo puede ser utilizado como un arma en contra de la opresión política.

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“Cada cámara rota registra una tragedia humana que parpadea con su última mirada”.-Nigel Andrews-Financial Times

El agricultor palestino del West Bank graba, casi sin darse cuenta, los eventos capturados por cada una de las cámaras, que como el mismo Emad señala; “ encierran etapas diferentes de su vida, en las que se fue incrementando tanto el compromiso como el riesgo de volverse periodista ciudadano”, misión que no abandonó aún en los momentos de mayor apremio en paralelo al crecimiento de su hijo Gibreel, nacido en los primeros días de la llegada de las excavadoras sionistas.

Una obra conmovedora y reveladora de decisiones sobre las apremiantes necesidades de la gente real que vive en un mundo incierto”.-David Parkinson- Empire Magazine

 Con este documental pude conocer, por mi misma, en primera persona los entretelones de un conflicto social que mantiene sobre él los reflectores de medios de comunicación de todo el mundo, pero con el valiosísimo matiz que se consigue al ser contado por alguien directamente afectado, por la construcción de un muro en su aldea natal  que pasa por el medio de sus tierras arrebatando mas del 50% de la superficie cultivable, anteponiendo su deseo de volverse portavoz de su pueblo al cuidado de su integridad física dentro de una comunidad ocupada por israelíes que se ha convertido en un símbolo de la resistencia pacífica.

“Toma el material áspero de la vida de un hombre y lo transforma en una historia que es universal y urgente, que ofrece testimonio de primera mano de los acontecimientos que están demasiado a menudo retratado como distante e imposible de entender”.-Ann Hornaday-Washington Post

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La población civil palestina que aparece en este filme vive tranquilamente en sus casas, explotando sus olivos, hasta que un día aparecen los soldados de Israel dispuestos a asentarse en ese territorio. Los palestinos verán entonces cómo cambiar radicalmente su existencia.

“Los asentamientos son el mayor obstáculo para la paz. Si hay algo que evitará la paz son los asentamientos y sus colonos. Creo que se trata del mayor y más influyente grupo en la política israelí. Básicamente han dictado la política de Israel de los últimos años. Creo que para los palestinos los asentamientos son definitivamente el peor enemigo para el logro de su patria. Al ver cómo crecen los asentamientos en todas partes como los hongos después de la lluvia, ahora en el área de Judea y Samaria, ven cómo se reduce su país”.-Dror Moreh (director israelí del documental “The Gatekeeper”)

Por cierto, no quiero dejar pasar de largo la sana sorpresa que me provoca que se haya colado a la terna final de documentales nominados cuando es sabido que la comunidad judía mantiene fuerte influencia en la industria norteamericana hollywoodense.

En contrapeso, cabe mencionar, también se encontraba entre los 5 finalistas el documental “The Gatekeepers” (2012), que nos acerca la historia del “Shin Bet”, agencia de seguridad secreta israelí desde la voz de seis de su exintegrantes, que es una especie de híbrido entre el FBI y la CIA de Estados Unidos. En la película, los seis entrevistados condenan las actuales prácticas israelíes de ocupación y de expansión de asentamientos.

Tanto «Cinco cámaras rotas como «The Gatekeepers compitieron en los Oscar con otros “heavy weights”: «Cómo sobrevivir una plaga”, sobre la epidemia del SIDA. «La Guerra Invisible”, (mi favorita para ganar el premio) que trata acerca de la violación endémica e impune en las fuerzas armadas estadounidenses contra las mujeres reclutas. Y «Searching for Sugar Man, acerca de la reaparición de un músico que hacía tiempo se creía muerto.

Finalmente, “5 Cámaras Rotas” se enfrento a una dura competencia en la categoría de Mejor Documental del 2013 durante la ceremonia de premiación.

«Conocemos los Oscar, pero no los seguía cada año. Mi esposa sí lo hacía. Porque mi esposa creció en Brasil y allí seguía la ceremonia. Por eso, para ella la oportunidad de ir a los Oscar, es muy especial, como un sueño hecho realidad».-Emad Burnat

Solo que, para estar físicamente, había que atravesar otra muralla…

A pesar de tener una invitación formal de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas como realizador nominado al Oscar, Michael Moore, el documentalista ganador del Oscar y actual miembro de la junta directiva de gobernadores de la Academia tuvo que intervenir junto con los abogados de la Academia para que Burnat y su familia pudieran ingresar a Estados Unidos, después de ser detenidos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, donde amenazaron con deportarlos. Escuche (en español)

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Horas después de recuperar su libertad, Burnat emitió una declaración que decía: «Anoche, cuando viajamos de Turquía a Los Ángeles, California, mi familia y yo fuimos detenidos por el servicio de inmigración de Estados Unidos durante casi una hora. Nos interrogaron acerca del propósito de nuestra visita. Los funcionarios de inmigración nos solicitaron pruebas de que yo estaba nominado a los Premios de la Academia por el documental ‘Cinco cámaras rotas’ y me dijeron que si no podía probar el motivo de mi visita, mi esposa Soraya, mi hijo Gibreel y yo seríamos enviados de regreso a Turquía ese mismo día”.

Emad Burnat cuenta: «Cuando llegué (a Estados Unidos) ayer, me interrogaron y me pidieron más documentos y más papeles. Tenía la visa, tenía los documentos y tenía la invitación. Tenía todo. Sin embargo, me pidieron que les diera más documentos”. En su declaración escrita el cineasta Emad Burnat dijo: «Después de cuarenta minutos de preguntas y respuestas, Gibreel me preguntó por qué aún estábamos aguardando en aquella pequeña habitación. Le dije la pura verdad: ‘Quizá tengamos que regresar’. Pude sentir su congoja”.

Burnat cerró la declaración sobre su detención en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles: «A pesar de que fue una experiencia desagradable, esto le ocurre a diario a los palestinos, todos los días, en Cisjordania. Hay más de 500 puestos de control israelíes, carreteras bloqueadas y otras barreras al libre movimiento en nuestros territorios y todos hemos sufrido la experiencia que mi familia y yo experimentamos ayer. El nuestro fue tan solo un pequeño ejemplo de lo que los palestinos tienen que soportar a diario”.

Obviamente, las críticas no se hicieron esperar. Esta es una de ellas (en ingles) cuyo encabezado dice: “An Israeli Jew and an Israeli Arab discuss whether this film is a documentary or a propaganda piece”.

(Un Judío Israelí y un Árabe Israelí hablan sobre si esta película es un documental o una pieza de propaganda)

“Por supuesto, es una película de un solo lado, pero un poderoso testimonio personal: el tipo de material que nunca sale en las noticias todas las noches”.-Peter Bradshaw-Guardian [UK]

Su nominación a los premios Oscar, y esto debo decirlo después de ver el documental un par de veces, se debe a que Burnat se centra en la resistencia pacífica contra el “terrorismo” del estado israelí paralelo al crecimiento de su hijo. Desde mi punto de vista imparcial, maternal y ajeno a este conflicto que, si hubiera mostrado o justificado el derecho a la autodefensa de los agredidos y a luchar por recuperar su tierra en lugar de decir que “no tenía otra cosa qué hacer” y a poner a los hijos –propios y de los aldeanos- no solo como bandera sino como escudos humanos, creo, otro gallo hubiera cantado. Sin embargo, su conmovedora historia termino ahí, no gano el preciado galardón y la lucha, tristemente, continua con o sin Burnat [EUROPA PRESS].

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A pesar de todo el sufrimiento y la injusticia, el mensaje final es de optimismo. De un optimismo que no se deja vencer fácilmente con gases lacrimógenos, petardos, balas de goma y/o reales, aun si trajese tachuelas clavadas en la suela de los zapatos; hay que luchar, hay que correr y hay que seguir filmando porque eso le ayuda a “convertir la ira en optimismo”, característica principal de los habitantes de esta zona palestina.

Habitantes de Bil'in disfrazados de Avatar. (Activestills.org)

Habitantes de Bil’in disfrazados de Avatar. (Activestills.org)

“Las barreras se pueden eliminar, pero la tierra siempre llevará estas cicatrices. Que se curen las heridas es un reto. Es la única obligación de la víctima. Curando las heridas se resiste la opresión. Pero cuando me hieren una y otra vez me olvido de las heridas que rigen mi vida. Las heridas olvidadas nunca se curan. Así que filmo para curarlas “ Emad Burnat.

Después de todo, nada fue en vano. Tal vez Emad Burnat sí sea un héroe para sus familiares y amigos. No se. Lo que si sé es que  las cámaras de Burnat son los ojos, en este instante, de todas y cada una de las personas que sufren en Palestina y que su  nominación al “Oscar” representa el arte del documentar en su forma más pura y auténtica al capturar un destello, un momento en la historia, y hacernos sentir que también nosotros estamos ahí, no como actores, sino para no olvidar que quienes sufren, quienes pierden a su familia y sus viviendas, quienes mueren o sobreviven los ataques, son las personas, no “los pueblos” ni “las tierras en juego” ni  “las creencias religiones” ni “los ideales políticos”, conceptos abstractos que crean generalizaciones, las cuales, si no se toman con cuidado, pueden llevar a una intolerancia irracional.

Este documental, que no gano el famoso «Óscar» en su categoría, es un retrato personal del movimiento de paz que desde hace años sucede en Palestina cada viernes, después de la oración: las manifestaciones de Bi’lin.

Con eso me quedo y con eso me voy. No sin antes agradecer por haber llegado hasta aquí y compartirle el documental completo subtitulado en español.

El documental ha conquistado varios premios:

Premio Especial del Jurado y Premio del Público – IDFA, Holanda, 2011.

 Mejor Director de Documental – Sundance Film Festival, EUA, 2012.

Premio del Público – Sheffield Doc. Fest., Reino Unido, 2012.

Mejor Largometraje Documental – Jerusalem Film Festival, Israel, 2012.

“Five Broken Cameras” tambien obtuvo el premio Louis-Marcorelles en la trigésimo cuarta edición del festival Cinéma du réel 2012 (muestra internacional de documentales apoyada por el Centro Pompidou de París).

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